COMO AFECTAN LOS TOXICOS A NUESTRO CUERPO

Para comprender cómo la presencia de desechos en el cuerpo puede enfermarse, hay que recordar que el organismo es un conjunto de células, y que funcionan porque todas esas células están activas.

Las células son las “unidades de vida” más pequeñas que tenemos, son completamente dependientes del medio en que se encuentran. Al no poder desplazarse, hay que suministrarles el oxígeno y las sustancias nutritivas que necesitan, y los desechos que producen deben ser retirados. Los líquidos orgánicos, como la sangre, la linfa y los sueros celulares, son los encargados del transporte. Antiguamente se llamaban humores a estos líquidos. Hoy hablamos de “Terreno”.

 

Un 70% de nuestro cuerpo está compuesto de líquido. Nuestras células son literalmente "peces", sumergidos en un océano interior, constituido por sueros celulares en los que circulan corrientes nutricias y depuradoras: las corrientes sanguínea y linfática.

La composición de esos líquidos, por tanto, es primordial para la célula, por que representa su medio vital.

 

Las células funcionan de manera normal cuando esos líquidos orgánicos están limpios Y no sobrecargados con desechos.

Uno de los trabajos principales del cuerpo es, por consiguiente, mantener la pureza de los líquidos orgánicos. Sin embargo las células que componen el cuerpo excretan sus desechos en el medio humoral como si fuese una cloaca, y de cinco a siete millones de células muertas son arrojadas cada día a la sangre y la linfa. Además, como hemos visto, otros venenos penetran en nuestro cuerpo por las vías respiratoria, digestiva y cutánea.

 

Para mantener la pureza de su medio interior, el cuerpo dispone de varios emuntorios (el hígado, los intestinos, los riñones, las glándulas sudoríparas y sebáceas, las vias respiratorias). Cada uno a su manera, filtran los desechos y los eliminan hacia el exterior. Cuando todos estos órganos trabajan de modo normal y la producción y aporte de desechos no es muy elevada, el medio sigue limpio y las células pueden funcionar correctamente.

Por el contrario cuando los desechos son abundantes y los emultorios son perezosos o deficientes, el terreno acumula progresivamente desechos y la situación orgánica se degrada.

La sangre se espesa, se hace más densa y pesada, y ya no circula tan fácilmente por los vasos sanguíneos. Los desechos transportados por la sangre penetran en la linfa y en los sueros celulares ensuciando el liquido intersticial. 

Con el tiempo, las células pueden estar sumergidas en una verdadera ciénaga, cuya masa inerte paraliza cualquier intercambio. Los aportes de oxígeno y de sustancias nutritivas no logran llegar hasta las células lo que genera graves carencias. Por otra parte al no ser transportados los desechos rechazados por las células, van a aumentar todavía más el grado de contaminación circundante.

 

En estas condiciones, las células ya no pueden realizar su trabajo. Tampoco lo podrán hacer los órganos compuestos por ellas. Su actividad disminuye, y finalmente se interrumpe, en mayor o menor grado.

Al depositarse los desechos en las paredes de los vasos sanguíneos, se reduce el diámetro de éstos, lo que retarda aún más la velocidad de circulación, la irrigación de los tejidos y los intercambios.

Al acumularse los desechos, ensucian y taponan "los filtros" del organismo que congestionan los órganos y bloquean las articulaciones. Estos residuos son de naturaleza acida lo que irrita los tejidos, los inflama y se esclerosan. Esto genera un sinfín de enfermedades diferentes, según cual sea el órgano/s que hayan sido afectados y en qué grado.

Esto es lo que expresa un aforismo fundamental de la medicina natural: 

 

La causa profunda de todas las enfermedades es la suciedad del terreno producida por los desechos.

 

Esta causa ya se conocía en la milenaria Medicina China, denominaban a este estado “Fu Qi” (suciedad interna) que producía lentificación en el movimiento de la energía “Qi” y por tanto lentificación de las funciones de los órganos y vísceras (“Zang – Fu”).

 

A partir de esa causa única, pueden aparecer múltiples síntomas y malestares locales en distintas partes del cuerpo.

En efecto, cada organismo tiene sus puntos débiles, que van a ser los primeros en sucumbir bajo el peso de una sobrecarga.

Las manifestaciones locales, visibles, dolorosas son las que alarman y atraen la atención del paciente y del médico. Por desgracia, a menudo se olvida que los responsables de la aparición de estos malestares de superficie están en las profundidades de los humores, sobrecargados de desechos. Este grave olvido tendrá como consecuencia desorientar y llevar la terapia por el mal camino de los sintomas, en vez de hacerlo por el de las causas primarias.

Las enfermedades catalogadas y etiquetadas no son, en realidad, sino nombres que se le han dado a la punta de un iceberg; la parte oculta es un "terreno" sobrecargado.

 

Los sintomas locales hay que verlos como indicadores del estado general del terreno, asi por ejemplo una fistula que supure mas o una hemorroide que sangre mas nos esta indicando que el terreno se esta degradando. Cuanto más se degrada éste, más perturbaciones locales aparecen, empeoran y se multiplican. Por el contrario, cuanto más mejora el estado del terreno, más raros se vuelven los malestares, disminuyen y acaban por desaparacer.

 

La causa primera de las enfermedades no es, pues, el microbio, sino el terreno sobrecargado de desechos que permiten que se instalen ahí los microbios.  

El propio Louis Pasteur dicen que lo reconoció, en su lecho de muerte, cuando confió a los que lo rodeaban: “…El microbio no es nada, el terreno lo es todo”.

Cuando algo nocivo entra accidentalmente en un organismo sano, éste trata de expulsarlo mediante vómitos, estornudos o accesos de tos, diarreas....

 

Asi pues, la acción terapéutica, para obrar de forma lógica, deberá dirigirse sobre todo a tratar de mantener un terreno limpio y no tanto, aunque tambien, a tratar el sintoma.

Una dieta alcalina, periodos de ayuno, agua abundante, limpieza de los emuntorios mediante sauna, enemas, plantas medicinales, ejercicio moderado, limpieza Neti.... etc.  son los procedimientos para la detoxicacion.

Iñaki Marcos

 

Diplomado en Acupuntura y Medicina Tradicional China

 

Diplomado en Osteopatia y Tecnicas manuales

 

Licenciado en Informatica

 

Miembro de la Fundacion Europea de Medicina Tradicional China  Nº 10901-1379

 

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